Odio la opresión de la autocensura que tuve que imponerme tras haberme sentido descubierta por alguien demasiado cercano a mi realidad. Este es un intento, que espero no sea futil, por volver a escribir con un poco más de libertad. Es un intento también, por dejar de hablar de bebés en mi otro blog, que seguirá privadamente abierto para sus lectores con temas menos sobre niños y más sobre mí... como antes.
Hay muchísima información en la red y en todos lados sobre cómo educar, alimentar y cuidar a los niños; mucha es buena, otra, la verdad, apesta. Este blog no intenta, ni mucho menos, descubrir el hoyo negro de la maternidad, es sólo un espacio en donde pretendo escribir mis vivencias como mamá esperando que a alguien le sirvan, o de menos le diviertan.
Comenzamos...
