Pages

Tuesday, October 30, 2012

¿Por qué los días no tienen 34 horas?

¡La de cosas que podría hacer en 34 horas! Dormir seguramente no sería una de ellas, pero podría utilizar esas diez horas extra en una serie de actividades en las que siento estoy fallando, a saber:


  • Ejercicio (mis caderas comienzan a cobrar vida propia... me asustan).
  • Aprender un idioma (pero no nos pongamos ambiciosos, algo no tan complicado, italiano o portugués, por ejemplo).
  • Pasar tiempo a solas con mi marido (yiuuuuuuuuuu).
  • Aprender a hacer manualidades de súper mamá (mis capacidades actuales son equiparables a las de Homero Simpson).
  • ¡Estudiar una Maestría!
  • Perfeccionar mi recién descubierto gusto por la repostería (un pastel de fondant hecho y decorado por mí misma es mi Monte Everest).
  • Llamarle más seguido y por más tiempo a la familia y amigos (nunca hay tiempo suficiente para el chisme).
  • Limpiar la casa con la obsesión enfermiza de cuando era soltera.
  • Estar al día con la ropa (la ropa sucia se reproduce como la peor de las calamidades).
  • Arreglarme las uñas, depilarme, ponerme mil mascarillas y tratamientos faciales y capilares.
  • Actualizar más seguido el blog (sin palabras, el último post es de hace más de seis meses, cha.le.).
Con respecto al último punto, y dado que no saldré a comer para terminar el post, aprovecho para actualizar lo ocurrido en esos meses:

  • El Borreguito cumplió un año y cumplimos un año de lactancia (y contando). 
  • ¡Tuve un sobrinitoooooooooooooooooo! (es bello y todo pequeñito y qué bueno que no vive cerca de mí porque ya me lo hubiera comido a mordiditas, yumm).
  • Me trasladaron así que me cambié de ciudad y de provincia, pero no de país, sigo en Canadá, pero congelándome el triple.
  • Viví una crisis complicada, pero fue superada, gracias, en gran parte al punto anterior.
  • Tuve concurso de ascenso... y no ascendí (wa waaaaa).
Y en fin, sirva este listado como pliego petitorio a mí misma, debo encontrar la manera de que todo quepa en las 24 horas que tiene el día. Si tan solo existiera una receta mágica para ello...